Hollywood amaneció con un evento que muchos creían imposible: Tom Cruise al fin tiene un Oscar en sus manos. Después de más de cuatro décadas de carrera, cuatro nominaciones sin victoria y una leyenda construida a pulso, la Academy of Motion Picture Arts and Sciences decidió saldar esa deuda histórica.
El reconocimiento llegó durante los Governors Awards 2025, donde Cruise recibió un Óscar Honorario por su impacto en la industria, sus trabajos icónicos en acción y su papel clave en definir el cine de verano moderno.
Durante su discurso —sereno, emocionado, casi confesional— dejó la frase que quedó para la historia:
“Making films is not what I do, it is who I am.”
Cruise, a sus 63 años, no ganó un Oscar de actuación competitivo… pero sí algo quizá más grande: el reconocimiento oficial de una carrera que cambió la cultura pop, definió géneros enteros y convirtió su nombre en sinónimo de cine de gran espectáculo.
Después de décadas de memes, debates, injusticias y la eterna pregunta de ¿y su Oscar para cuándo?…
La “maldición” terminó.
Y Hollywood lo celebró como si hubiera completado la misión imposible que solo él podría cumplir.
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